Este podría ser el drama más esperado del año, por tanto bombo y platillo que nos han tirado desde inicios de este 2018 y la verdad es que hasta ahora no ha salido nada mal.
Aunque los primeros dos episodios son para verlos con lupa y hasta repetirlos, descubrimos una historia interesante en cada personaje, pero sobretodo una puesta en escena y un arriesgo total de la producción y guionistas al poner en pantalla chica una historia basada en hechos históricos como la ocupación japonesa a la peninsula coreana, tema que es bastante sensible para el público.
El argumento del drama es claro, un joven coreano que logra escapar y llegar a América y veinte años después regresa convertido en un capitán del ejercito americano; fuera de eso, hay demasiado enredo, una mezcla de situaciones que uno no sabe si creérselas o no, ni de saber si fue cierto o no, pero lo que si puede uno a llegar a determinar a estas alturas, es que el drama esta bastante bueno, con escenas de comedia, escenas dramáticas, escenas de acción, con escenas de todo que nos pondrá a esperar con ansias una semana.
Yo ya lo empece y no creo que logre dejarlo, es adictivo y muero por saber que más va a suceder, porque los adelantos que nos dejaron fueron de infarto.
Por cierto, no hay actuación mala, y lo que más me gusta es que uno de los actores que siempre hace de malo en los otros kdramas, esta haciendo de bueno aquí y me tiene enamorada.
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